vigne vendanges vignoble vin raisin(66) Pyrénées-Orientales Banyuls sur Mer en automne
©vigne vendanges vignoble vin raisin|Laurent Lacombe
Vos Envies

Un viñedo excepcional

Un terruño y unos vinos excepcionales

Si hay un viñedo en la Francia continental que combina todos los extremos, es sin duda el Cru Banyuls y Collioure. En este lugar ha nacido un mundo de paradojas, donde la propia naturaleza parece jugar con todos sus contrastes.
Los viñedos de la Côte Vermeille están plantados en 1.600 hectáreas destinadas a la producción de vinos de denominación de origen controlada y vinos locales: AOC Collioure, AOC Banyuls Grand Cru, AOC Banyuls, IGP Côte Vermeille, que están disponibles en tinto, rosado y blanco, a excepción del Banyuls Grand Cru, que sólo se produce en tinto.

Vino de Banyuls

a través del tiempo

Un saber hacer que resiste la prueba del tiempo

Hoy en día, las viñas siguen siendo trabajadas a mano por una multitud de pequeños agricultores, a pesar de la «revolución industrial agrícola». Han mantenido un método de cultivo, la «complantación», que se remonta al siglo IX y que ha resistido todas las crisis del vino de las últimas décadas.
Durante siglos, no se planteó la cuestión de la conservación y la gestión del paisaje vitícola. Cada familia tenía al menos un viñedo que cultivaba al margen de su actividad profesional, lo que permitía a estas familias no sólo recibir y transmitir una herencia, sino también aportar un complemento económico al hogar. Por tanto, el mantenimiento del viñedo se basaba en las prácticas sociales y familiares heredadas, y las prácticas de cultivo se basaban en las de los mayores.

Paisajes modelados por la vid

Es esta transmisión de conocimientos la que ha contribuido a la conservación de un paisaje patrimonial en cuyo centro cada ladera está cortada por un sistema de terrazas y muros bajos para aumentar la superficie plana y cultivable. Triángulos estrechos o rectángulos ensanchados, estas líneas forman un paisaje de viñedos «rompecabezas». La microparcelación del viñedo acentúa el fenómeno del mosaico.

Paisaje modelado por muros bajos de esquisto

En el corazón del terruño catalán, el viñedo de Banyuls sorprende por su especificidad. Formada y mantenida por la mano del hombre desde el siglo V a.C., son más de 6.000 km de muros bajos de esquisto que sostienen las terrazas que descienden hasta el Mediterráneo.
Desde lejos, se pueden ver los dibujos de las «peus de gall» (patas de gallo) en las verdes laderas, un ingenioso sistema de canales de piedra seca, iniciado por los templarios, que permite evacuar el agua durante las raras pero violentas tormentas.

El resultado final

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Una tierra y una gente con carácter

Una geografía atípica que excluye cualquier posibilidad de mecanización y automatización en el cultivo de la vid, lo que da a los vinos de Banyuls toda su fuerza, su carácter y su preciosidad. El minucioso trabajo que los viticultores llevan a cabo desde hace siglos se ve recompensado con sabores únicos, rebosantes de sol e intensidad aromática.

En estas laderas de fuerte pendiente (hasta 500 metros de altitud), los viticultores trabajan a mano, en suelos pobres, con viñas de una media de cuarenta años, lo que les permite obtener entre 20 y 30 hl por hectárea, es decir, menos de una botella por cepa.

En aplicación de la Ley de 8 de enero de 1993 sobre la protección y la valorización de los paisajes, este terruño típico ha recibido la etiqueta «Paysage de Reconquête» que se otorga a los lugares notables apoyados por actividades económicas.

Déjate inspirar

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Banyuls, llena de sorpresas

Banyuls es mucho más que viñedos. Descubra nuestros senderos, pero también una rica arquitectura e historia, productos gastronómicos locales y el suave estilo de vida catalán. Y, por supuesto, el Mediterráneo, ¡magnífico y omnipresente!