Bautismo de buceo

Inmersión mágica en el corazón de la Reserva Marina

Llegamos al lugar, en medio de la Reserva Marina de Banyuls-Cerbère. El paisaje ya es increíble desde que salimos del puerto: el mar, los acantilados rocosos…

Me ofrezco para ir primero, ¡así no tengo que hacerme demasiadas preguntas! El instructor salta al agua primero con mi tanque además del suyo. Me tiro al agua por turnos, a partir de ahora, somos uno con el instructor, no me pierde de vista. De hecho, ¡sólo hay que dejarse guiar! Bajo el agua, descubro un mundo propio, mientras nos alejamos poco a poco de la superficie del agua. Se tarda unos minutos en aclimatarse: respirar con un regulador en la boca no es natural, pero muy rápidamente, todo se estabiliza y empiezo a disfrutar. Este momento, puntuado por los sonidos submarinos y mi respiración, es indescriptible.

Nos movemos en el entorno natural de la fauna local, siempre con respeto, es un momento encantado, lleno de maravillas, y me tomo el tiempo de saborear cada momento. Peces de todas las formas y tamaños, a veces en bancos, a veces solos, estrellas de mar, erizos… Al quedarnos en la superficie, no nos damos cuenta de la gran variedad de especies que hay ahí, justo debajo. La inmersión en tanque dura unos 30 minutos, que son suficientes porque esos 30 minutos son intensos.
La vuelta al barco se siente como una vuelta a la realidad después de estar en otro mundo maravilloso, ¡¡¡estoy todo mareado!!!